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Tome una ducha, tire su ropa. Beba un vaso de agua. Apague sus luces. Acuéstese y cierre los ojos. Observe el silencio. Note su corazón. Todavía latiendo. Sigue luchando. Usted lo hizo, después de todo. Usted lo hizo, otro día. Y puede que sea uno más. Lo está haciendo muy bien.